Un camino para renovar nuestra vocación

Éramos unos 160 los religiosos y religiosas que nos reunimos en el encuentro Nacional de CONFERJoven. Procedíamos de 20 institutos religiosos, y éramos de unas 15 nacionalidades diferentes. Fue durante los (fríos) días del puente de diciembre. En concreto, del sábado 4 al martes 7. Y tuvo lugar en Madrid, en el colegio de Nuestra Señora del Recuerdo, de la Compañía de Jesús.

Fueron pocos días, pero muy intensos. No era para menos dado que el Encuentro estaba llamado a ser “un camino”. Su lema lo dejaba claro: “Con los pies en la tierra”. La vocación religiosa, al fin y al cabo, no es otra cosa que un camino: un camino concreto dentro de la Iglesia, en compañía con otros y con los pies en la tierra. Pero, sobre todo, es un camino de seguimiento a Cristo.
En ningún momento del Encuentro se perdió esa referencia al camino. Y en ningún momento se dejó de buscar, en la sencillez de esos días, un aliento para renovar el deseo y la ilusión de nuestra andadura en la Vida Religiosa.
El Encuentro fue también un momento de comunión, de unidad en la diversidad de tantos carismas, incluso nacionalidades. En estos tiempos que corren, no siempre es fácil tener la posibilidad de compartir con tantas personas distintas la fe y la propia vocación. Y el haber tenido esta sencilla oportunidad para hacerlo ha sido probablemente lo más valioso de este Encuentro.

Pero espero que no se me entienda mal: el Encuentro no sólo consistió en unos días para conocer gente en un ambiente relajado; sino que, además, no le faltó profundidad: en las ponencias, charlas, mesas redondas y reuniones por grupos, se nos brindó la oportunidad de interiorizar y profundizar el sentido de nuestra vocación religiosa.
Fue el P. Elías Royón, SJ; actual presidente de la Confer, quien inauguró el Encuentro la mañana del sábado con unas palabras de ánima, pero no desprovistas de un tono de gravedad ante los retos de la intercogregacional y la renovación del carisma.
La tarde del sábado tomó el relevo Gonzalo Diez, CMF; quien nos dio unas claves para la renovación o, mejor dicho, para dotar de nueva vida a nuestros camino religioso. Culminamos el sábado, tras una intensa tarde de escucha y reflexión, con una vigilia de oración.
El domingo iniciamos otra etapa en la que nos acompañó Carmen Román, OP; profesora de Granada. Ella nos aportó nuevas claves a nuestra vida religiosa, presentándonos primero la figura de Santiago, y entrando luego a valorar la Vida Religiosa desde la clave de la unidad en la diversidad. Terminamos la tarde del domingo celebrando juntos nuestra primera Eucaristía del camino.

Reanudamos la marcha el lunes 6, y tras una mañana intensa acompañados de Javier Luengo, a la tarde nos dividimos en distintos talleres con diversas temáticas. Finalizamos el día disfrutando de una divertida velada.
Por último, el martes 7 realizamos nuestra última etapa. Escuchamos las palabras de Jesús Sanz, delegado de la Conferencia Episcopal para la Vida Religiosa, y con él, y en un ambiente de alegría y fraternidad, celebramos la Eucaristía de despedida y cierre del Encuentro. De este modo, finalizamos este camino, y nos preparamos para retomar el otro: el camino de la entrega humilde en la vida cotidiana.

Imanol Calvo Badiola, SJ

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